Trabajando a tiempo parcial en un mundo de cultivo

Hua Qingyuan, murió repentinamente debido a que estaba demasiado agotado por trabajar en el horario ‘996’. Sin embargo, se vio transportado a un mundo de fantasía y se convirtió en discípulo de la Secta de la Espada Qingyun. Decidido a no repetir los errores de su vida pasada, resolvió trabajar solo 8 horas al día y no dedicar ni medio minuto a practicar la cultivación. Se convirtió en una anomalía en toda la Secta de la Espada Qingyun, tumbado perezosamente debajo de un árbol mientras otros practicaban día y noche. Disfrutó de su vida después del trabajo, mientras que otros trabajaron incansablemente en su manejo de la espada. Sin embargo, su talento casi anormal en el manejo de la espada lo convirtió en una presencia formidable. Ante las solicitudes de su maestro, sus compañeros discípulos y el líder de la secta, así como los ataques repentinos de la secta demoníaca y los desafíos de otros jóvenes talentos, se mantuvo firme: