Después de cinco años volví dominante con mi hijo. Esta vez, me deshice de mi cerebro amoroso y me enfrenté al amor loco de mi ex marido lameperros. Desgarré la cara del loto blanco con mis manos, pateé a la zorra del té verde con mis pies, y abofeteé a la escoria en la cara, ¡¡¡todos a la cárcel por mí!!! Espera un minuto, ¡¿qué demonios es este plutocrático pez gordo que sigue saliendo de la nada y robando a mi hijo?! ¿Por qué mi hijo llamó papá a este tipo paranoico?
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